¿Qué es una imagen? ¿Dónde reside el poder de las imágenes?

La primera palabra que me viene a la cabeza cuando voy a definir el término imagen es el concepto de representación. Pero, ¿representación de qué?, ¿De un objeto o ente corpóreo real?, ¿Representación de una idea o concepto de carácter más abstracto? Ciertamente pueden ser ambas. Por un lado llamamos imágenes a aquellas representaciones visuales que tienden a reproducir la apariencia de algo que está en la realidad del mundo físico o a visiones internas de nuestra mente. De la misma forma también se podría llamar imágenes a aquellas representaciones visuales de carácter algo más subjetivo que hacen referencia a conceptos o sentimientos. Esta clasificación respondería a la tradicional diferenciación entre imágenes figurativas y abstractas. Considere que ambas son imágenes porque son composiciones visuales bidimensionales.

Si en las figurativas el aspecto representacional está mucho más presente puesto que hay una correspondencia más o menos fiel con el objeto real que representa, en las imágenes abstractas el aspecto evocador (con la subjetividad que conlleva) es el que está más patente.

El grado de fidelidad con el objeto representado se llama grado de iconicidad siendo muy bajo o prácticamente nulo en una imagen abstracta mientras que es altísimo en una fotografía a color de un objeto real (aunque una fotografía a color de un objeto real puede ser la más abstracta de las imágenes dependiendo de factores como el encuadre o la profundidad de campo).

Con respecto a la segunda pregunta que nos plantea Ignacio ¿Dónde reside el poder de las imágenes?: Tengo que decir que, como especie, le hemos dado un papel protagonista al sentido de la vista frente a otros sentidos, como por ejemplo el olfato o el gusto, que nos presentan estímulos más inmediatos (aunque igualmente evocadores) y menos sujetos a interpretaciones ya que van directamente a aquellas áreas más primitivas de nuestro cerebro.

Las imágenes son signos que son interpretados por nosotros en base a dos tipos de significados distintos; el denotativo y el connotativo. El denotativo hace referencia al significado “literal” de la imagen, es decir, lo qué representa. Este significado es más o menos general para todas las personas que perciben esa imagen. El connotativo, en cambio, se refiere a aspectos mucho más subjetivos y por lo tanto mucho menos generales, se refiere a las ideas o sentimientos que nos evoca la visión de dicha imagen.

Es este aspecto connotativo lo que confiere al lenguaje visual una conexión directa con nuestro inconsciente, con la libre asociación de ideas que perseguían los surrealistas. Por muy racional y universal que pareciera un lenguaje formado por imágenes a modo de pictogramas, este siempre tendría un cierto nivel de subjetividad, porque hasta la imagen más literal está abierta a diversas interpretaciones.

La lectura de las imágenes por lo tanto está estrechamente ligada a la cultura y a la personalidad de quien las lee. El espectador nunca es una página en blanco, un espejo que refleja lo que está viendo, es más bien un espectador que percibe las imágenes acorde a su formación, su cultura, su personalidad y, por supuesto, sus expectativas.

El poder de las imágenes reside sobre todo en su carácter inmediato, es decir, son mensajes que se pueden percibir de forma rápida por un número elevado de personas sin las barreras del idioma (aspecto denotativo), pero igualmente poseen una dimensión evocadora (connotativa) que otorga a este lenguaje una serie de matices que lo convierten en una forma bastante compleja y refinada de comunicación entre las personas.

La importancia de las imágenes en los medios de "comunicación"

El entrecomillado no es fortuito, los mal llamados medios de comunicación hacen todo menos comunicar (si entendemos comunicación como un intercambio de pensamientos, sentimientos, ideas, etc) incluyendo en ese "todo" manipulaciones y deformaciones de todo tipo con fines sobre todo mercantilistas.

Este enorme poder de los medios les viene dado por la falsa creencia de que son un "espejo de la realidad". En este punto es necesario mencionar que, en palabras de Kant, lo que se denomina usualmente como realidad está siempre teñida de cierto grado de subjetividad, tanto por quien lo percibe como por quien lo emite.

Esto nos indica que todo lo que se percibe a través de estos medios, principalmente radio y televisión, estará condicionado por dos factores:

- La construcción y selección de imágenes por parte del emisor (el medio de comunicación).
- La percepción del individuo que recoge esas imágenes y sonidos donde intervienen factores como su capacidad perceptiva, su nivel cultural, su personalidad, su estado de ánimo, etc..

Como vemos el término "realidad" que a menudo se usa asociado a los mensajes que producen estos medios carece de la objetividad y la neutralidad que pregonan.

Toda imagen que aparece en un medio de comunicación está determinada por la decisión tomada por el/la periodista que produjo y seleccionó las imágenes que se difundieron. Esta intencionalidad del periodista y del medio (que puede ser consciente o inconsciente) es capaz de mostrar dos realidades totalmente distintas de un mismo acontecimiento. La imagen es todo menos inocente.



El ejemplo de más arriba es muy explicativo de cómo podemos cambiar radicalmente el significado de una imagen mostrando algunas cosas y eliminando otras. La descontextualización es una de las muchas técnicas que utilizan los medios para dar su particular visión de unos hechos determinados.
Si miramos el rectángulo de la izquierda vemos cómo unos soldados agarran a otro soldado enemigo mientras lo apuntan con un arma a la cabeza. Sin embargo en el recuadro de la derecha estamos viendo otro fragmento de la misma imagen en la que se ve como los mismos soldados ofrecen agua al apresado. 
Como señala Correa 2011:55; "Los significados que construimos sobre las imágenes nos revelan un mundo, al igual que nos ocultan otros mundos posibles".